Hoy tocaba pesarme, y para mi sorpresa HE PERDIDO 300 GRAMOS... oooooeeeee, ooooeeee, ooooeeee, oooooeeee!!!! pobre báscula, cualquier día cuando suba me dice... de uno en uno, por favor!!!
Es normal, para que me voy a engañar, ¿he hecho ejercicio? Sí, todo el que he podido -y ha sido bastante-, ¿he hecho dieta? No, para nada, cada día he encontrado alguna excusa para no cumplir con mi plan dietético, incluso el sábado y el domingo me permití alguna licencia (esta licencia se llama milhojas de chocolate y crema, mi pastel preferido y mi perdición si los tengo delante). Pues lo dicho, visto lo visto, me conformo con los 300 gramos que dice la báscula que he perdido... que podrían deberse a que hoy me he pesado sin el pijama, pero bueno, ahí están esos gramillos.
Bueno pues como dice el título de mi entrada ¿a quién le echo la culpa... de no seguir la dieta? y pensando, pensando, he decidido que la primavera tiene la culpa ¿que por qué? pues porque en esta época todo el mundo le echamos la culpa a la primavera
- !que estoy cansada... astenia primaveral!
- !que no duermo, que tengo mocos... la alergía por la primavera!
- ¡que tengo sueño... otra vez la astenia primaveral!
- ¡que tengo hambre a todas horas... pues la primavera que la sangre altera!
De todas formas no pienso tirar la toalla, nueva semana nueva oportunidad. Dentro de un rato estaré entrenando con mi grupo para la Carrera de la Mujer, que por cierto es este fin de semana, y cuando esté echando los higadillos volveré a pensar... ¡será la primavera!
¿Y tú, también le echas la culpa a la primavera?